AZIA. ODIO AL CALOR DEL MOMENTO Y "VEINTICHINCUE" AÑOS MÁS.

Llovia. el Violador de Papántla y yo nos guarneciamos en las enormes pareces del Auditorio nacional. Apareció el Arthur con su chava (alivianada y muy despierta, como niña en juguetería) lista para presenciar su primer concierto de Rock. y qué concierto AZIA. Wetton, Howe, Downes y Palmer. tal como si fuera ayer. Un sonido maravillos, una vista perfecta (balcón izquierdo, fusto frente a Howe y su hermosa Gibson Sunburn) es bien cierto, todas esas leyendas del rock vienen a México con tremenda hueva, pueden tocar mal (como fue el caso ayer de Steve Howe, parecía que tocaba a la saga del grupo y su lira sonaba demasiado fuerte en el rollo de: "Aquí el chingón soy yo" y no pudimos apreciar al 100% los maravilloso teclados de Downes) y nosotros vamos a aplaudír y berrear igual.
Howe con su "look" entre Muppet y Sr. Burns, se rifó un solo con guitarra acústica entre charlestón, bluegrass y country bien chido, pero, nunca ... nunca pegó con el grupo.
Wetton solo lo contemplaba intermiténtemente con su mirada melancólica, como diciendo: Soy una leyenda tanto como él, he tocado en casi todos los grupos famosos de rock progresivo ¿por qué sigo aguantando a este cabrón? John junto con Downes y Palmer tuvieron grandes guitarristas en AZIA: Mandy Mayers (un niño genio suizo que tocaba en Krokus) y Pat Trall (compañero por años del bluesman Pat Travers) pero es bien cierto: nadie como Steve Howe.
Ahi tienen, los odios como los grandes grupos pueden durar más de una "peseta" de años. Todo el concierto Wetton y Howe se sacaron la vuelta, se desviaban las miradas, nunca se acercaron y en el saludo final Carl Palmer se puso entre los dos para el abrazo y caravana en agradecimiento al publico.
En fin, que al cabo de todo ... en los primeros acordes de "Only time will tell" gran parte de mi niñez pasó ante mis ojos: Mire a An-hell a mi lado derecho y al Violador a mi izquierdo y me dí cuenta que eso y muchas cosas más habían quedado muy atrás y deseé que en algun momento también todos esos odios de encima del escenario, quedaran atrás.

En qué forma tan particular se desmoronan los ídolos ¿no lo creen? simplemente, del cielo, como ángeles. caén a la tierra como humanos.

SALUDOS