Wednesday, February 24, 2010



PARA MI QUERIDA AMIGA TWITTERA @luzmfg

LA AUSENCIA DE TI.

Los instantes se pierden en
Un espacio, en el vacìo.
Zona en que apenas se asoma

Mi muestra de ausencia de ti
Antes incapaz de decirlo
Rumiaba de dolor por un espacio
Itacto de tu contacto de mi
Nunca tan oscuro, nunca tan distante
Ansiaba en sueños y en vigilia

Fueras tù quièn me llamaras
Uniendo la voz a mi sombra
Enmarcada en un deseo
Nunca satisfecho
Tendiendo al toque suave
Entralazados en dos manos
Sopensando su textura

Gozando los paisajes
Arenosos de esos labios
Rojos siempre, siempre apetitosos
Comerlos cual madura fruta
Incapaz de satisfacer la
Ausencia de ti.

SALUDOS.

Saturday, February 06, 2010



EL GRAN TIBURON BLANCO.
GANADOR DEL 3er LUGAR EN EL CONCURSO "TUITERASPROSTITUTAS" DE LA RED SOCIAL TWITTER.

De pronto, apareciò un DM: “¿De verdad sabes boxear, o solo eres uno de tantos habladores que hay en el Twitter?”. Su su nick era @nenamonstruo, su nombre, desde el principio aclarò que no importaba. “En ese caso, quisiera contratarte para que boxees con mi marido, pago bien ¿te interesa?” En su avatar, una artìstica fotografìa a contra luz, apenas se podìa distinguir el firme contorno de su rostro, su mirada opaca y su boca frondosa y llena de color. Poco importaba, se trataba de “hacer guantes” y, por primera vez: pagados. Era una casa muy vieja al sur de la ciudad, al llegar, dude en tocar la puerta y recordè las palabras de @Pekitabonita, en relaciòn a cuidarse de los desconocidos para conservar el riñon y luego el twitt de @A_Molho: “Soy grandote y sè defenderme”. Era una estancia amplia y polvosa, en las viejas paredes colgaban fotografìas de boxeadores, affiches de peleas famosas y muchas mujeres desnudas. Una pera loca fuertemente tensada parecìa gritar, un costal suspendido en el aire me retaba a darle un puñetazo para saber de què estaba hecho èl y de què estaba hecho yo. En el centro, un ring, y arriba de èl, un hombre en ropa deportiva, guantes, riñonera y careta que no permitìa ver claramente su rostro, que imaginè, era de pocos amigos. Hacia boxeo de sombra, con fuertes movimiento que màs que un calentamiento, parecìa una danza intimidatoria hacia el enemigo invasor para defender su territorio. “Veo que ambos son del mismo peso y tamaño … què mejor” Al voltear, mirè ese avatar vuelto a la vida, era exactamente igual que en la fotograrìa; su rostro, su piel, la melacolìa que reflejaba no era un cuestión de un proceso artìstico de contra luz. Era su expresión; pero, su cuerpo era una fiesta en una calida playa: un vestido completo dejaba escapar apenas rasgos de su wonderbra levemente azul, levemente cielo, que luchaba contra dos frutas frescas y apetitosas, que daban signos de vida y temperatura en sus puntas, la curvatura de su cintura era demasiado cerrada, y se abrìa para dar paso a dos caderas que estaban por encima de la finura que su cara podìa describìr, eran demasiado grandes para no darle a su caminar un aire de baile de barriada: sensual, cadencioso y satisfecho del banquete de ese festejo que deja atràs tantos y tantos dìas hambrientos. Estas se cerraban en portentosas columnas que daban de cuenta de si mismas bajo el vestido y se presentaban con descaro poco màs arriba de las rodillas explotando en dos pantorrillas por demàs ajenas a cualquier santidad. La seguì hasta el cuarto, se quedò parada en la puerta, me indicò que pasara “En cuanto estès listo, ya sabes el camino”. Cerrò y en seguida mi atención se centrò en lo que me rodeaba, Algunos muebles viejos, una cama muy alta, un cuarto cubierto de cortinas purpuras. Era por demàs extraño. Me recostè en el ring y rodee para pasar la primera cuerda, me levantè con la mayor agilidad que pude y quedè frente a èl, bailotee un poco, èl se acercò, chocamos guantes y fingiò la campana con su voz ronca: “Tin, tin”. El tiburón blanco, es un asesino que se maneja con sus finos y macro desarrollados sentidos. Puede detectar una gota de sangre dentro de 25 galones de agua. La mìnima señal es suficiente para que ataque, muerda sin piedad y devore. Aterrizò en la lona, Se levantò como impulsado por un resorte, como cuando te caès en pleno centro comercial y por màs que te duela, te paras sin hacer el menor aspaviento. Bajò del ring y se perdiò por un pasillo. “Es hora que te cambies de ropa, aquì, ya todo ha terminado” Abriò la puerta, pero esta vez no se quedò afuera, entrò y la cerrò cruzàndola con una llave. Se acercò a mi ofrecièndome sus carnosos labios, yo no perdì tiempo en secarme el sudor del rostro y mis manos comezaron a recorrer sus muslos ascendidendo lenta y melodiosamente, leventè el vestido vaporoso y al sentir la ùltima prenda, mis manos se conjugaron con su grito ahogado y caìmos a la cama sin màs tonada que nuestros suspiros. Me coloquè en el rumbo preciso y arremetì con fuerza. El gran pez es capaz de escuchar, sentir y sobre todo oler a niveles supremos, este cazador nace equipado de poderosas armas. Al compàs de su ùltimo grito, arañò mi espalda rodando su cuerpo para poder alejarse sin importarle nada que tuviera que ver conmigo. Sin darme cuenta de dònde, apareciò su marido, yo, muerto de miedo levantè la guardia y èl sonriò, con su mirada decretò lo inconveniente de la situación, yo desnudo y èl con una gran bata tambièn purpura. “Aquì està tu dinero” yo lo tomè y con sorpresa lo comencè a contar “Esto es el doble de lo que me ofreciò tu esposa” El me mirò con una sonrisa socarrona, como cobràndose con mi sorpresa su derrota en el ring (el que paga, manda): “Es que peleaste dos veces” se dio media vuelta, caminò hacia la puerta e insertò la llave. Sin levantar la mirada, me dijo muy quedo antes de cerrarla con una mano clavada en la entrepierna: “Bueno, para ser exacto. Peleaste tres, pero yo ganè dos.” La ballena orca puede constituir una amenaza para el tiburón blanco. En 1991, en las aguas que bañan las islas de Farellon, ocurriò un ataque de una orca hembra de 6’50 metros conocida por los cientìficos con ca2 contra un tiburón blanco, este, quedò completamente destrozado.

Dedicado a mi toda amiga: Mi “Shadow Boxing” @nenamounstro.
GabrielRojas-Carrillo.Derechos reservados.

SALUDOS.