Sunday, June 29, 2008



"LA SOMBRA DEL VIENTO" Y EL TRABAJO QUE SE CONVIRTIÒ EN PLACER ... TAMBIÈN CONOCIDO COMO: ENTRE LA ESPADA Y LA PLUMA ... SOLO UNA PARED.

Algunas razones por las nunca abrìa leìdo LA SOMBRA DEL VIENTO.
1) La forma tan escandalosa, que se parece a CLUB DUMAS del maestrazo Pèrez-Reverte. A las primeras diez pàginas lo hubiera mandado a la mierda como hice con CODIGO DAVINCI por tanta descarada paralelidad con EL PÈNDULO DE FOUCAULT. (sè que mucha gente pude discrepar de esto, pero para mi, es total.)
2)La leyenda en la parte posterior "cinco millones de ejemplares vendidos" (què segùm me informè despuès, ya van màs del doble). Me hubiera sonado a Best-seller y, de nuevo lo hubiera mandado a la mierda.
3)Odio, y recontra odio, una ediciòn barata que al abrirlo apesta a papel de estrasa y o papel revoluciòn (si no tiene toques de humedad de años encerrado en su fragancia) donde se hunde mi puntilla Straedtler 0.5 cuando escribo un comentario o resalto con lìneas una idea profunda.
4)Como alguna vez comentò mi amiga la poeta Violeta Garcìa Madera, desde su San Jerònimo querido. " ... auque, me siento, la que lee el libro de moda" y tanto haber escuchado de èl, por personas tan X, tan Y y hasta tan Z, me habrìa producido nàuseas y lo "abrìa" (si, abrìrlo; del verbo chilango, àbrase de aquì, mi chavo) mandado a la mierda.
Total, que a falta de piscina, como don Franscisco Umbral, lo hubiera lanzado por la ventana, hasta la escuela que tengo frente a mi casa, para que le hiciera compañia a pedazos de retazo de pollo que una vieja loca le lanza a los gatos todas las noches y eso, es casi, decir: a la mierda.
PERO.
La lectura de LA SOMBRA DEL VIENTO, fue un encargo de mi jefe, ya que un ejecutivo muy picudo de la empresa en que "laburamos" a su vez, le pidiò que lo leyera, asì que como "mi jefecito Delicatesse" es una persona màs de imagenes que de letras, me lo tuve que chingar. Surquè las primeras diez hojas y por supuesto que, sino, hubiera sido un encargo, lo hubiera mandàdo ... bueno, ya saben, asì que continuè ... en la pàgina 25, ya estaba completamente domado por el libro apestoso, en la 50 ya se le miraban agujeros y roturas por el lapicero en cada una de las hojas, y a la 100 el chingado libro barato de presentaciòn rustica, me tenìa totalmente alivianado y para su degracias, èl no podìa mandarme a la mierda.
Es un libro maravilloso, y creo, que varios me lanzaran una soberana trompetilla por declararlo; pero, lo afronto y lo defiendo, como en el siglo pasado, los seguidores de Dumas, defendìan la obra del maestro en duelos al amanecer.
Mucho he de hablar de este libro, que hasta el momento, ha sido el mejor que he leìdo en lo que va del año y toda la serie de sensaciones que vivì a su lado, (hay una hoja rota en que se cruza unos trazos espantosos, como zarpazos, en los que apenas se puede leer: PUTA MADRE!!!, chingado libro, me erizò los cabellos, cosa que no la vivìa desde hace unos años con 2666 de Don Roberto Bolaño y casì se me sale la làgrima delatora (No soy un fulano con la làgrima fàcil, de esos que se quejan solo por vicio. Joaquìn Sabina) al final del libro, cosa que tampoco me pasaba desde el año pasado con SOLDADO DE SALAMINA de Javier Cercas).
No les voy a decir que lo lean, no me lanzo tal responsabilidad. Solo a aquellos que como yo, de niños crecieron con Dumas, Salgari, Sue y Sabatini, deben estar acostumbrado a esos lances por estandarte devaluados.
Hoy, solo voy a hablar de la Pluma Montblanc Meinsterstück, que perteneciò a Daniel Sampere y a Juliàn Carax, los protagonistas de la historia, en direntes èpocas.


"Un dìa se nos ocurriò entrar en la tienda a preguntar por el dichoso artilugio. Resultò ser que aquèlla era la reina de las estilogràficas, una Montblanc Meinsterstück de serie numerada, que habìa pertenecido, o eso aseguradaba el encargado con solemnidad, nada menos que a Victor Hugo. De aquel plumìn de oro, fuimos informados, habìa brotado el manuscrito de Los Miserables."

- ¿
Y què precio tiene este caudal de prodigios, si no es mucho preguntar? - inquiriò mi padre.
La sola menciòn de la cifra le quitò el color de la cara, pero yo estaba encandilado de remate.

-Aùn està ahi - decìa yo, maravillado.
-Te espera - decìa mi padre-. sabe que algùn dìa serà tuya y que escribiràs una obra maestra con ella.
-Yo quiero escribìr una carta. A mamà, para que no se sienta sola.
Mi padre me observò sin pestañear.
-Tu madre no està sola. Daniel. Està con dios. Y con nosotros, aunque no podamos verla.

-¿Què tal tu historia, Daniel?
-No sè. Supongo que si tuviera la pluma todo serìa distinto.
Segùn mi padre, aquèl era un razonamiento que solo se le podìa haber ocurrido a un literato en ciernes.
-Tù sigue dàndole, que antes de que termines tu opera prima, yo te la compro.
-¿Lo prometes?
Siempre respondìa con una sonrisa.

-Al menos abre tu regalo antes de irte a la cama -dijo mi padre. [...]
Se lo tendì a mi padre sin abrìr.
-Lo mejor es que lo devuelvas. No merezco ningùn regalo.
-Los regalos se hacen por gusto del que regala, no por merito del que lo recibe -dijo mi padre- . Ademàs, ya no se puede devolver. Àbrelo.
Deshice el cuidadoso envoltorio en la penumbra del alba. El paquete contenìa una caja de madera labrada, reluciente, ribeteada con remaches dorados. Se me iluminò la sonrisa antes de abrirla. El sonido del cierre al abrìrse era exquisito, de mecanismo de relojerìa. El interior del estuche venìa recubierto de terciopelo azul oscuro. La fabulosa Montblanc Meinsterstück de Vìctor Hugo descansaba en el centro, deslumbrante. La tomè en mis manos y la contemplè al reluz del balcòn. Sobre la pinza de oro de capuchòn habìa grabada una inscripciòn.
Daniel Sampere, 1953
Mirè a mi padre, boquiabierto. No creo haberle visto nunca tan feliz como me lo pareciò en aquel instante. Sin madiar palabra, se levantò de la butaca y me abrazò con fuerza. Sentì que se me encogìa la garganta y, a falta de palabras, me mordì la voz.



Yo, tambièn descubrì el objeto de mi deseo, un dìa comprando una computadora en Perisur, uno de mis jefes (el Delicatessen, el otro, mi cìber-jefe, seguìa emocionado con su nueva Imac) me pidiò que lo esperara un momento y entrò a la tienda de Montblanc, yo, en la pendeja, como de costumbre, miraba para un lado y otro sin rumbo fijo, hasta què, sin màs, se postrò frente a mi: Una pluma Montblanc, ediciòn limitada William Faulkner, me quedè completamente enamorado de ella, justo cuando apareciò mi jefe, con un catalogo de anillos y me dijo "Con lo del pròximo trabajo, vamos a mandarnos a hacer un anillo conmemorativo del equipo de escritores." yo, tomè el librito y lo mirè buscando informaciòn de mi nuevo y resplandeciente amor, cuando vì que no habìa nada de ella, le devolvì el catalogo y seguì soñando que algùn dìa, como Daniel y como Juliàn Carax, tendrè esa pluma y escribirè una obra maestra.

SALUDOS.

Friday, June 20, 2008



"Y ... SI VAS A SAN FRANCISCO, NO OLVIDES PONER FLORES EN TU PELO"
SCOTT McQUENZIE.
O, EL BEATNIK, ESTUVO AQUI. JACK KEROUAC Y TODA UNA GENERACIÒN QUE DESPERTÒ DE PRONTO.

Era muy joven, muy joven cuando paseaba con cuatro dobles expressos, recièn molidos, rayados y cortados, con mis primeras botas Caterpillar, con mi vieja chamarra negra y un tomo de las obras completas de Freud (Amorrortu) bajo el brazo. Paseaba por el cine Plaza, por el parque Mèxico, por la librerìa de viejo La Torre de Lulio, la tienda de discos usados El Garage, el cine Bella Època, el restaurante Los Arroces, o por La Luna y el Daikokù, donde aùn sirven unos fideos caldosos baratos y reconfortantes, o por las hamburgesas al cabròn de Michoacan (una copa de Clos San Josè Chileno en La Garufa, una hamburgesa al carbòn y un doble europeo en el Coffe Station, que chido combustible para el viaje ... de esto ya solo que da Garufa, pero, el Clos San Josè, ya no es el vino de batalla) caminaba por horas, casi siempre solo, a veces, con mi mejor amiga Frida, a veces con mi querida China, a veces con una de esas que entran y sale tan de pronto que no comprenden las circustancias reales del Suntra del paseo y los toques de Nirvana que pueden provocar la combinaciòn de varios expresos, una pelìcula gruesa como Doberman y una caminata que pasara de las tres horas bajo la lluvia.

Por esos tiempos, apareciò en mi vida LOS VAGABUNDOS DEL DHARMA, a mi gusto la mejor novela de Jack Kerouac, sin màs, cambiò mi vida. me señalò, al igual que muchos años despuès LOS DETECTIVES SALVAJES que, caminar como un loco poseso, sin un rumbo fijo, puede producir estados alterados de conciencia. En esta novela, Jack, platica la forma en que conociò a Gary Syder, un poeta nacido en el frìo norte de E.U. apegado a la poesìa y a la milenaria cultura japonesa y como ese hombre, tan parecido a èl, le mostrò el camino, que tantas nebulosas veces habìa visto, pero no acertaba en seguìr. Asì, fue como apareciò un dìa que Frida y yo acababamos de comer una rica tarta de natas con ochorromil tazas de cafè americano en el Pèndulo de la Condesa, ese librito, muy blanco y sucio, rebajado por su mal estado, con la foto de Gary al frente con una sudadera de algodòn y un chaleco tejido por alguna trìbu indigena, que bien pudo ser de E.U. Mèxico, o Perù, y, en la contraportada, Jack, con su camisa de franela y su gorra que le regalò Snyder una ridicula boina francesa que Jack, o Jean, como realmente se llamaba, se apenaba de transitar con ella frente a los presos que hacian trabajos forzados junto a la carretera que recorrìa.
Sin duda, un libro emblematico, que gracias a mi vicio de regalar los libros a personas que creo que lo necesitan, cedì a alguièn que ahora ni siquiera me acuerdo, pero, como se perdiò en un acto casi Budista, de la misma forma volviò, un dìa que vagaba por la zona rosa, entrè al Pèdulo de ese rumbo, comì una tarta de natas (con receta portuguesa, a mi carnal Juan Heladio se le hace agua la boca cada vez que le cuento) y varios cafès, de pronto y tal como dice Alberto Cortèz, ahi me estaba esperando, como se espera a un amigo; muy escondido, muy blanco y muy maltrecho y por tanto, rebajado, un tomo identico, tambièn de segunda ediciòn (què, creo que fue la ùltima en CONTRASEÑAS, ya que luego solo lo vì en COMPACTOS ambos de ANAGRAMA, de un color cafè que nunca me latiò). Èl, habìa vuelto a mi lado, lo paguè y, ahora, lo combijo con un sin fin de lìneas y comentarios en sus pàginas (chinga, còmo me gusta rayar los libros, hagan de mi lo que quieran) Quiero dejarles algo de los protagonistas. Kerouac, habla de Snyder; de su admiraciòn y su amistad y de su necesidad de encontrar una figura paterna, a como diera lugar.


GARY SNYDER, AUN ENTRE NOSOTROS.

Sin embargo, Japhy (Gary Snyder) llevaba sus preciosas botas y su pequeño sombrero suizo con una pluma y parecìa un elfo algo rudo. Me lo imagino ahora en la montaña, aquella mañana. Èsta es la visiòn: es una mañana muy pura en la alta y seca sierra, a lo lejos los abetos dan sombra a la ladera nevada, algo màs cerca, las formas de los pinos, y allì, el propio Japhy con su sombrerito y una enorme mochila a la espalda y una flor en la mano izquierda que tiene enganchada a la correa de la mochila que le cruza el pecho; las hierva crece entre los montones de rocas y piedras; distantes jirones de niebla acuchillan los costados de la mañana, y sus ojos brillan alegres. Esta en camino, sus heroes son John Muir, Han Chan, Shin-te y Li Po, John Burroughs, Paul Bunyan y Kropotkin; es bajo y tiene un divertido modo de sacar el vientre cuando camina, pero no porque tenga grande el vientre, sino porque su espina dorsal se curva un poco; compesa esto con su larga zancada tan vigorosa como la de un hombre alto (como comprobe siguìendole sendero arriba), y su pecho es amplio y sus hombros anchos.

SALUDOS.

Saturday, June 14, 2008



DESPUÈS DE UN VIERNES 13, LA SUERTE MEJORA CON EL SÀBADO 14 ò ¿QUIÈN DIJO QUE LA VIOLENCIA DEL RING, NO PUEDE SER HERMOSA? (ahi, de aquel hijo e' puta que me recuerde al Oscar de la Hoya, disfrazado, eh)

Ayer me cobijaron dos hechos muy tristes y hasta en son de burla me lo recodaron - Ay, Gabriel, què no ves que es viernes 13. - es por eso que me avisaron que nuestro pago no va a salir hasta principios del mes que entra y uno de mis jefes rompiò "mi" taza de cafè colombiano "Juan Valdèz", que si bien es cierto que era suya, no tenìa ningùn derecho de rompèrmela.
Hoy, parece que todo cambia, me avisan que necesitan de mis conocimientos pugilisticos para armar una adaptaciòn de una producciòn pròxima a estrenarse, que en Argentina se llamò SOS MI VIDA, y aparece la "maravihermosabrosisimachula" Natalia "Mamacita" Oreiro, en el papel de Esperanza "La Monita" Muñoz, tremenda boxeadora de los barrios (creo que en Buenos Aires les llaman de otra manera) de Boca, un proyecto que, a pesar de que mi pluma no interviene directamente, me gusta perfilar una imagen como la anterior presentada: Una mujer hermosa con guantes de box. Les comparto algunos datos que espero les parezcan interesante, sè bien que a la banda mas-culina, que lee este blog se van a sentir tan maravillado como yo del binomio perfecto (¿no es asì don pisador?): MADRAZOS-BUENA VIEJA y el fe-menino, se va a morir de risa con nuestras bajas perversiones tan chafas y nacas.



Natalia Oreiro, con la real campeona famenina argentina, la Tigresa Acuña (solo falto yo enmedio ... ja! No hay indio que no sea "volao" decìa mi abuelo).

una clase "tiorica" pa' la bandita moquetera.

B O X E O.

GOLPES.
Los golpes en el boxeo se dividen en tres:

LOS RECTOS. Se dividen en jabs y directos, ambos golpes son iguales de trayectoria pero cambian de intensidad y fuerza.
JABS: Se utilizan para mantener distancia, para iniciar una combinación. Son golpes de engaño, “para tapar los ojos” al contrario. Es un golpe poco acentuado regularmente de izquierda.
DIRECTO: Golpe màs contundente que el jab. Con las piernas bien apoyadas en el suelo, mayor impulso en las caderas y hombros, asì como mayor decisión en el giro del cuerpo. Se utiliza para frenar al contrincante y para entrar a la guardia del rival y desestabilizarlo.

LOS GANCHOS. Tambièn se les llama “crochet” y es un golpe lateral corto con trayectoria paralela al suelo que se dirige al rostro del rival o, a una determinada parte del cuerpo: Gancho al hìgados, por ejemplo.

SWING. Tambièn se les llama “volados” es un crochet largo en el que se gira el puño para impactar con la zona de los nudillos.

LA GUARDIA.

La guardia es la postura tìpica del boxeador desde la que parten y se inician todos los movimientos de ataque y defensa. Bajo el principio bàsico de la economía de movimientos.

La guardia es una postura de defensa pasiva ya que los brazos adoptan una postura de defensa a las zonas vulnerables del púgil, al mismo tiempo que intercepta y desvìan golpes del adversario. Incluso las piernas, en su posición, permiten los desplazamientos de retroceso y lateral que son parte de la defensa del boxeador.

La posición del torso debe ser sumiendo el estomago y jorobarse ligeramente. El puño izquierdo al nivel del pòmulo y la derecha al nivel del mentòn. Los codos son un poco cerrados para proteger el estomago y moverlos para proteger riñones e higado. El hombro izquierdo debe estar màs adelantado para proteger el mentòn o barbilla que queda casi pegado al mismo.

BRAZO IZQUIERDO (DETALLADO)
El puño izquierdo debe estar a la altura del hombro y èste se mantiene elevado para evitar posibles golpes laterales. No debe haber una verticalidad exagerada del brazo que impida la fácil salida del golpe.

BRAZO DERECHO (DETALLADO)
El brazo derecho debe estar ligeramente màs retrazado a la altura del hombro izquierdo, adelantado del mentòn y lateral a èste, a una altura del dedo pulgar extendido.



CODOS:
Se separan unos centímetros de la zona hepàtica , por si se recibe un golpe, no pueda alcanzar la zona vulnerable del higado.

PIERNAS:
El equilibrio debe quedar entre las dos piernas, bien repartido, al caminar, tanto para entrar o salir de combate, las piernas nunca que deben cerrar el compàs.

TIPOS DE BOXEADORES.

FAJADORES: Entran a franco combate desde el primer momento y no dan descanso, regularmente no se concentran en pegar fuerte, sino, en repetidas ocasiones, siendo su blanco principal el cuerpo para ir mermando al contrincante.

TECNICOS: Son tipos bien plantados de movimientos claro y econòmicos que pelean guiados por sus conocimientos y nunca se separan de la estrategia que le indican en su esquina.

GOLPEADORES: Confiàn en la fuerza de su pegada y el blanco, regularmente, es la cara (zona de mentòn y mandíbula), casi siempre, carecen de tècnica y defensa.

DEFENSIVOS: Son tipos que confìan màs que en la fuerza de su pegada o en su tècnica, en su condiciòn fìsica para aguantar el paso del contrincante hasta tenerlo agotado y luego cerrar fuerte.

CONTRAOFENSIVOS: De ràpidos reflejos, atacan después de un intento fallido de parte del contrario y luego salen, regularmente por piernas, esperando un nuevo ataque para contraatacar.

TÀCTICAS.

Antes de la pelea, se prepara un plan para el desarrollo del combate par administrar tu energìa. Otro factor importante, son los nervios, que en todo momento hay que saber controlar. Los primeros asaltos se dedicaran al estudio del contrario; prestando atención y pensando en la forma màs idònea de ganar el combate, este es un trabajo conjunto entre boxeador y esquina que forman un equipo y que, tanto uno como otro, pueden ser factor decisivo para el triunfo o la derrota.

PLANTEAMIENTOS GENERALES DEL COMBATE.

-Si se combate con un rival màs alto procuremos platenar la lucha metièndonos a su territorio y evitando la pelea a distancia, donde, debido a la mayor dimensiòn de sus brazos nos dominara con toda seguridad. Se procurara dar golpes al cuerpo, principalmente dobles-ganchos y uppercuts. Si el enemigo es de menor estatura, se planificara una batalla a distancia, en base a repetidos jabs y tratando de knoquear con un directo, en base al “doble jab de izquierda y directo derecha”.

-Si la pelea es con un zurdo, es conveniente tomar un perfil de contraataque y dejar que tome la iniciativa buscando una “toma por sorpresa” de tu àngulo ciego, procura esquivar el ataque y mantenerte en tu lado derecho, para acertar la derecha en swing por su lado ciego, aquí el brazo zurdo toma un papel màs defensivo.

-Cuando el rival es fajador, hay que recurrir a conocimientos tècnicos, esquivando los ataques y aprovechando para golpear, con fuerza para estabilizar fuerzas y minar la confianza en su arrojo.

-Para los boxeadores muy ràpidos, se empieza con golpes bajos, dirigièndolos principalmente al estomago e higado, mientras que con la derecha buscas defender tu rostro lo mejor posible, en la intentona hay que lanzar, tanto como cuidarte, de los uppercuts, que te pueden alcanzar en tus intentos bajos de alcanzar la zona hepàtica y su machacamiento, para minar la velocidad y condiciòn del ligero contrincante y llevarlo al knockout.

-Cuando se combate con un peleador frio y calculador, solo queda plantear la pelea en forma màs cerebral que èl, tratando de imponer nuestro propio ritmo, que debe, generalmente, por entradas ràpidas de golpes fuertes, para tratar de calentarlo un poco y llevarlo al terreno del combate franco que èl està, astutamente, tratando de evitar.

-Si el rival, espera que ataquemos, procuremos plantear una pelea a distancia, hacièndolo, salir al terreno que no le gusta, viendo en nuestra estrategia una debilidad que lo llene de confianza para que entre y recibirlo bien fajado.

-Nunca hay que olvidar, que, a todos los boxeadores hay que castigarlos con golpes bajos, donde los resultados son màs favorables pero, menos espectaculares. Se tendrà en cuenta que, para llegar a estos puntos, debemos abrìr nuestra guardìa, cosa que puede resultar muy peligrosa si no se està atento a la tècnica y golpes màs certeros del contrincante.

SALUDOS.

Ah, por si creen que Nati es media machorra ... (tambièn espero comentarios de mis queridas amigas con las que compartimos los mismo gustos por personajas como estas) Ja! lo màs curioso es que yo andaba casi en el Nirvana, jugandole al Bodhisattva (Bodi, pa' la banda), al sutra del diamante, a los haikus y a los poemas de Han Solo, perdòn, Han Chang, releyendo LOS VAGABUNDOS DEL DHARMA de Jack Kerouac, y que salgo como mi nacada de televisiòn, box y viejas ... chale! pero, les prometo que para la pròxima, es què ¿quièn en sano juicio, es puede resistir a esto?????



MÀS SALUDOS.

Monday, June 09, 2008



A FUERZA DE LEER A TOLKIEN ... EL ORGULLO DEL NIÑO QUE, AUN SIGUE MUY DENTRO DE MI ... COÑO!! PERO DE VERDAD MUY DENTRO, COMO DIJO DYLAN THOMAS: HE OIDO EL CONTAR DE MUCHOS AÑOS, Y MUCHOS AÑOS TENDRÌAN QUE ATESTIGUAR UN CAMBIO. LA PELOTA QUE ARROJÈ CUANDO JUGABA EN EL PARQUE ... AUN NO HA TOCADO EL SUELO.

Este cuentito lo escribì en un ratito que me desprendì de mis trabajo obstinante y vulgar, para explorar en mis recuerdos mi viejos años de cuentos de hadas, castillos, dragones y espadas, para mi querida niña Piyiyi, hija menor de Nube Gorda, que bien, podrìa tener varios apelativos màs (Pablo de Backyardigans o Chava, de Las Tontas no van al cielo ... etc) espero que le guste y que su maestra no la vaya a agandallar por mi culpa, si no, es piche pseudopedagoga va a conocer personalmente al dragòn Barbacoa.

Pd. cualquier falta de cualquier indole que encuentren se debe a que lo publico sin re-leerlo por falta de tiempo y exceso de hueva.

LA PRINCESA ALMIBAR.

CUENTO INFANTIL.


La noche se cubrìa por mil nubes oscuras que nos daban el mensaje velado que nada

bueno podrìa presagiar su presencia. Almíbar, la dulce princesa cabalgaba a toda

velocidad, con su pequeño hermano Ate, heredero de la corona de chocolate del reino

de Dulcilandio, la joven princesa que apenas habìa cumplido los catorce años, catorce

dìas antes, habìa recibido como regalo de su aniversario una pequeña y reluciente

espada de turròn endurecida de màs de mil y un capas de caramelo y esa misma noche

la habìa estrenado al enfrentarse a los fieros demonios de malvavisco, que la rodearon y

se interpusieron a su paso cuando trataba de alcanzar la ùnica salida por la que podìa

conseguir el escape del pequeño rey. En el fondo, su padre el Rey Centeno y la Reina

Avena, seguìan luchando con su puntiagudas lanzas de pirulì, cubriendo el escape de

sus hijos, pero bien sabìan que esta heroica acciòn solo podrìa detener a los demonios

de malvavisco por pocos minutos y serìa la astucia de su hija Almíbar, lo ùnico que

podrìa dar un soplo de esperanza al reino que estaba a punto de ser dominado por la

malvado brujo Agrisalado.


Agrisalado, antiguo consejero del rey Centeno, cobrò ira sobre el soberano cuando este

detuvo la guerra con sus vecinos, los Dorados, por unos terrenos de cultivo de caña de

azùcar que durante siglos fueron el hogar del peligroso dragòn, Barbacoa, que con los

años se fue ablandando a tal grado que al final permitìa que la gente de ambos reinos

tomara la caña de su tierras sin problema alguno. Uno de tantos dìas, los niños de reino

de Dulcilandio y Dorados, que acostumbraban jugar entre las cañas, se precataron que el

dragòn, ya no exhalaba humo por su nariz, y, a pesar de que se veìa con tanta paz que

parecìa estar dormido, los niños sabìan que su amigo se habìa ido para siempre.


Fue entonces que los hombres y mujeres de ambos pueblos comenzaron a saquear la

caña sin responsabilidad alguna terminando con el campo en pocos dìas. Cuando ya no

quedabada nada del fruto, los monarcas de ambos reinos se reunieron. El rey Crocante,

soberano de Dorados, con mil augurios trato de quedarse con todo el territorio negando

la oferta de Rey Centeno, que pensaba que lo mejor era sembrar las tierras entre los dos

pueblos y repartir la cosecha en cuanto esta diera frutos, asì comenzò la guerra.


Agrisalado, peleo codo a codo con el Rey Centeno, en peligrosas batallas, hasta que

poco a poco fueron arrinconando al ejercito Dorado en las puertas mismas de su reino,

los Dorados estaban mermados, dèbiles y hambrientos, ellos guardaban la esperanza que

el príncipe Frito, llegarìa a ayudarlos, pero este nunca apareciò para desgracia del reino

Dorado, fue en esa ùltima batalla, en las puertas mismas del reino que, Crocante, al

frente de sus hombres, le pidiò a Centeno, terminar de resolver la batalla en un duelo

entres ambos reyes, no era necesario para el monarca de Dulcilandio ya era màs que

obvio que todo habìa terminado, pero la nobleza de corazòn y el valor del rey frente a

todos su hombre que con tanto ahìnco y fiereza se presentado a tantos dìas y noches de

guerra le hicieron aceptar el reto frente a los comentarios rapaces de Agrisalado, que le

pedìa la sangre aceitosa de Crocante.


Ambos monarcas iniciaron la lucha con lanzas, de pirulì era la de Centeno, de

chicharrón la de Crocante, vacilaron y se midieron con los primeros impactos, Crocante

se lanzo a fondo y desarmò a Centeno, que con valor y destreza logrò llegar hasta la

lanza del Dorado y en una lucha de fuerza, arrebatàrsela, lanzàndola al lago de

chocolate, el duelo ahora fue con espadas, ahí la ventaja desde el principio fue de

Centeno, era diestro con el arma y se decìa que la milearia espada que baldía, fue el

primer utensilio que tocò su cuerpo al ser usado para cortar el cordòn umblical que lo

unìa a su madre Dulce, ahora, uno con esa espada, giraba en torno a su enemigo

contando tres: uno, asombràndolo, dos: desarmàndolo: tres: derribàndolo. Una vez que

Crocante estuvo en el suelo, Centeno colocò su espada en su cuello, el reino de

Dulciladio, pedìa la cabeza de Centeno, mientras que sus ciervos Dorados, escondìan la

cara para no ver la muerte de su monarca.


Centeno gritò con fuerza y autoridad: Este es el fin de la guerra, pero no el fin de un

hombre valeroso. No es cobardìa aceptar la derrota y te ofrezco que te levantes y

acordemos la distribución justa de ambas tierras.


Crocante, tambièn hablò con decisión, como el hombre valiente que siempre habìa sido,

pero, aun cubierto de ojos por la avaricia: Las tierras del dragòn barbacoa, son tuyas y

de tu reino, no serè yo quièn venga a pelearlas de nuevo, eso serà en otros tiempos, que

tal vez, yo no verè. Con esto el rey Crocante se levantò, miro a Centeno, con una mirada

que denotaba vergüenza de si mismo frente a un mejor hombre que èl y caminò sereno

hacia donde el sol se ponìa, dispuesto a perderse para siempre en el horizonte.


Los soldados Dorados, cabizbajos, se fueron a su pueblo, mientras que los Dulcilandios,

gritaban y bailaban, fue entonces cuando se acerco Agrisalado, a Centeno.

-Ahora es el momento mi señor, la dèbil cabeza de Los Dorados ha caìdo, ya son

nuestras las tierras del dragòn, estamos en las puertas de un reino de hombre cansados y

hambrientos, acabemos con ellos y quedèmonos tambièn con todo esto.

- No, Agrisalado, eso no va a pasar, estos soldados que pelearon con tanto valor no

merecen ser aniquilados por la espalda, mi palabra està empeñada y mi victoria

suficiente para que en las manos de mis hombres no corra màs sangre, ellos siempre

fueron gente amiga que hacia fiestas y verbenas con los nuestros en las tierras del

dragòn ¿por què habrìa de hacerles daño si se han rendido?

- Porque ganamos la guerra, majestad, y al vencedor le toca todo lo que era del vencido.

El moncarca miro con tranquilidad y sabiduría a ese brujo que màs bien parecìa un lobo,

por su forma de andar agazapada, su vestimenta negra y su mirada rapaz.

- Esa no es el tipo de guerra que yo ganè, Agrisalado, esta guerra, desde el principio

solo tenìa una meta. La paz.

El brujo, comenzò a escupir espuma por la boca de tremendo coraje que era incapaz de

contener en su interior, Centeno, lo mirò enojado dàndose cuenta de sus verdaderas

intenciones, El brujo, en el màs ruin acto de hipocresía, se contuvo de pronto, y sonriò

al monarca, pero ya era demasiado tarde y èste hablò si titubeos.

“Si perdonè la vida a mi enemigo abierto, tambièn lo hago con el encubierto, vete de

aquì, no quiero volver a verte, ya que yo, solo perdono la vida una vez.”

El brujo lo miro con odio desmedido y le gritò frente a todos sus soldados, que su

reinado estaba pròximo a terminar, que èl conjurarìa a todos los demonios de

malvavisco y cubrirìa con una enorme nata de leche a todo el reino. Los soldados, al

escuchar tal insolencia hacia su rey, pretendieron enfrentar a malvado brujo, pero èl con

un hábil movimiento de sus manos y dos palabras màgicas se convirtió en buitre y saliò

volando sin que nadie pudiera detenerlo, solo la amenaza de èste nuevo enemigo, quedò

flotando en el cielo que comenzaba a enrojecerse por la partida del sol. Los soldados de

Dulcilandio, quedaron triste y preocupados, con la moral por lo suelos, temìan a ese

poderoso hombre que antes fue su aliado. El rey de nuevo tomò la palabra y le dijo que

no se preocuparan por Brujo, què como èl, todos sus soldados eran valientes y que no se

dejaran estremecer por dos palabras bien timbradas, que era una realidad, que cualquier

dìa ese brujo iba a aparecer, pero cuando lo hiciera, todos mostrarìan el mismo valor

que ahora para enfrentarlo, que mientras tanto, gozaran de la victoria contra los Dorados

que tanto les habìa costado. La sonrisa volviò a la expresión de todos los hombre que

volvieron al reino hacièndola brillar como el filo de sus espadas y fueron recibido como

lo que son: hèroes. La reina Avena, sentìa una opresión en el pecho de recibir a su

amado rey, y la princesa Almíbar, sonreìa emocionada la vuelta de su padre, en cuanto

llegò el rey con una mirada severa, no jubilosa por la victoria, mucho menos temerosa

por todos los horrores que viò en el campo de batalla, abrazò a su mujer, sintiendo de

nuevo todo el amor que por años habìa tenido por esa mujer y recibiò la mejor de la

noticias: La reina Avena, estaba esperando un hijo, que, en caso que fuera varòn serìa el

futuro rey de Dulcelandio, en caso que fuera varòn se llamarìa: Ate.


Pero, la venganza del malvado brujo Agrisalado, no tardò mucho en llegar y a los pocos

meses que naciò el príncipe Ate, se introdujo al castillo ayudado por las sombras de la

noche con su ejercito de demonios de malvavisco, con el ùnico propòsito de robarse al

nuevo heredero y con esto, no solo romperles el corazòn a su padres, sino, tambièn,

romper con la decendencia heroica que por siglos habìa reinado en Dulcelandio.

Almíbar –Grito Centeno, que luchaba con valor contra los demonios de malvavisco-

toma a tu hermano y huye con èl, mantelo con vida, ya que èl es el heredero de todo este

reino.


La pobre niña no atinaba que hacer, el miedo se apoderaba de ella y apenas habìa

alcanzado su espada para enfrentar el embate de los demonios, a pesar del ardor con que

se desarrollaba la batalla, la princesa Avena, tuvo la suficiente calma para hablarle con

cariño a su pobre hija, que bien sabìa, morìa de miedo.

-Hija, eres la ùnica esperanza, no solo del reino, sino tambièn de tu indefenso hermano,

tu eres grande y fuerte, has sido educada para gobernar y vencer, anda Hija, toma a tu

hermano y sal de aquì.


Fue cuando Almíbar logrò vencer el miedo que mantenìan sus pies sujeto al suelo,

corriendo entre las ráfagas de chocolate ardiendo y los golpes mortales de las hachas de

obleas de los demonios. Su hermano, a pesar de ser tan solo un bebè, era muy pesado

para sus delicados brazos, de pronto, muy cerca de ella mirò el viejo casco de su abuelo

trigo, valiente conquistador de las tierras en que ahora se ergìa el reino de Dulcelandio,

que se iluminaba con luz propia, dudò por un segundo, era muy grande para su pequeña

cabeza, pero era su ùnica esperanza. Al tocarlo, sintiò una brisa fresca dentro de ella, se

diò cuenta que era liviano, se lo puso al instante y el panorama fue otro, vio

perfectamente la forma en que tenìa que salir de la habitación real, enfundò su pequeña

espada, tomò a su hermano y corriò con el a toda velocidad, saliendo ilesa rumbo a las

caballerizas donde algodón, su brioso pony negro la esperaba, relinchando de furia de

ver como los demonios seguian a su ama. Algodón, salto la cerca y relinchò de una

manera tan especial que Almíbar, comprediò en el acto y se patinò por la caballeriza,

cubriendo con su cuerpo a su hermano con el suyo, mientras que el pony se colocaba de

espaldas para patear a los demonios que fueron al suelo dolidos por la fuerza de los

cuartos traseros de Algodón, Almíbar, subiò al Pony y ambos salieron a toda velocidad,

seguidos muy de cerca de los demonios de malvavisco montando ratas de coladeras de

enormes colmillos.


Los demonios estaban prontos a darle alcance, las ratas pretendìa lanzarse sobre pony

que bien sabìa que no podìa ceder ya que las pròximas vìctimas serìa Almíbar y Ate,

pero todo esfuerzo era vano, ya sentìa los colmillos muy cerca de sus patas, Almíbar,

estrecho con fuerza a su hermano, apresò al pony con sus pierna lo màs fuerte que pudo

y soltò las riendas para tener una mano libre y sacar su espada para enfrentar a los

demonios, el pony entendiò perfectamente la idea de Almíbar y se detuvo de pronto,

patinando con sus dos patas delanteras, quedando de frente a las ratas y a los demonios,

Almíbar bajo y se acercò a una árbol muerto, que al sentir el terror de la niña volviò a

sentir que la savia de la vida corrìa dentro de èl tomando con sus ramas al niño y

levantàndolo lo màs alto posible, Almíbar, apenas tuvo tiempo de tocarlo para darle las

gracias, cuando sintiò a sus espaldas el olor de las ratas y los demonios que ya estaban

demasiado cerca, se lanzò el primer demonio que Algodón volviò a recibir con una

sonora patada, luego una rata que descargaba su furia bladiendo sus garras sobre el

casco brillante de Almíbar y recibiendo una descarga de su espada en la garganta, se le

fueron encima sin darse cuenta los demonios que no podìa contener, Algodón

relinchaba con fuerza tratando proteger a su ama, pero ya las ratas estaban encima de èl

y poco podìa hacer por la niña que sin temor alguno, seguìa enfrentando a los demonios,

fue justo cuando Almíbar, escuchò un fuerte silbido y tras el relinchar de un caballo que

parecìa que contestaba a los de Algodón, un brioso corcel dorado alzado en sus dos

patas traseras, mordìa y golpeaba a las ratas, para que el pony pudiera salir y una espada

diestra que solo zumbaba, encontraba eco en los cuerpos de malvavisco de los

demonios, que fueron cayendo uno a uno, hasta que pudo descubrìr los ojos claro

cubiertos por una negra cabellera, que se movìa al compàs de la espada. Al terminar con

todos los demonios, se acerco a ella y le ofreciò su mano para que se levantara.

gracias al cielo que lleguè a tiempo – le dijo – espero que se encuentre bien su majestad.

El extraño hizo una cortes reverencia como cualquier plebeyo ante una princesa y luego

se presentò:


-mi nombre es Frito, soy el hijo de Crujiente, el rey de los dorandos y su màs rendido ciervo su majestad.


Almíbar, impresionada de estar frente al hijo de sus antiguos enemigos, hizo la misma

caravana, para agradecer.
-còmo no soy nadie para rogarle que se levanta su majestad, me pongo yo tambièn de

rodillas, mi nombre es Almíbar, princesa del Reino de Dulceralandio y agradezco su

ayuda, sino fuera por usted …

Ni lo diga princesa – interrumpiò Frito al sentir que su agradecimiento iba màs allà de

lo que su nobles labios podìa expresar, pero, esto dejò en el joven principe, la clara idea

de lo sencilla y noble de sentimiento que era la bella princesita.

De pronto el árbol, bajò al joven Rey, Almíbar le contò a Frito, la traiciòn de Agrisalado

y el miedo que tenìa de que a sus padres les hubiera pasado algo, por su parte Frito, le

contò que una tormenta habìa impedido su paso por los mares de cola y no habìa podido

llegar a comandar los ejercitos que combatirìan al rey Centeno, pero que recibiò un

mensaje donde le platicaban que a pesar de haber perdido la guerra y haber vencido a su

padre, el Rey Centeno, se habìa portado como un caballero y le habìa perdonado la vida

a èl y a todo su ejercito, es por ello que tiene una deuda eterna con su padre y que va a

hacer todo por salvarlo a èl y a sus hijos.


El príncipe Frito, sale a toda velocidad con la intenciòn de enfrentar al malvado brujo. A

pesar de la insistencia de Almíbar de acompañarlo, Frito, le dice que lo mejor es que

ella se quede cuidando al futuro rey ya que èl depende el futuro del reino, es cuando ella

le pide de nuevo al árbol que suba al niño y Algodón y ella se quedan vigilantes.

Frito llega a la guarida de Agrisalado, hay demonios de malvavisco por todos lados, asì

que corta una del deposito de chocolate con que hacen sus armaduras para proteger lo

bofo de su contenido y suave, cunde la alarma y, el principe, entra sin ser descubierto,

dentro, descubre a la mayorìa del ejercito de Centeno, apresado y encadenados, nada

pueden hacer por su monarca, en cambio, Agrisalado, sigue produciendo mortales

monstruos de Malvavisco y su ejercito es casi indestructible, solo que a todos ellos les

falta la cubierta y ahora, son presa fácil para los soldados, el príncipe, corta las cadenas

de los briosos soldados que al sentirse libres se lanzan sobre los monstruos y a falta de

armas, comienza a morderlos con furia deboràndolos sin dejar rastros de ellos. Frito,

sigue adelante trabajosamente para no dejarse ver, hasta que encuentra al rey Centeno y

a la reina Avena, que estàn encadenados, es cuando un par de monstruos con cubierta de

chocolate, le caen encima, la pelea comienza y suena la señal de alarma, Frito lucha con

valor, pero, nada puede hacer contra todos los enemigos que le rodean y se tiene que

rendir siendo apresado al igual que los reyes y la mayoria de los soldados de

Dulcelandio, que son descubiertos por los monstruos ya con la oscura armadura puesta.

Almíbar, sigue, junto al árbol, montando guardia, el pony se comienza a poner

nerviosos y siente la presencia de otros animales peligrosos, son lobos de madera

hambrientos que ha percibido el olor a carne fresca del bebè. Almíbar y Algodón se

preparan para la lucha, el árbol se estira lo màs posible para que el niño no sea

alcanzado, inicia la batalla, pero son demasiados lobos y entre varios logran desarmar a

Almíbar, justo en el momento que aparece un hombre harapiento con una enorme

espada y los ahuyenta dàndole muerte a tres, cuando se acerca a la muchacha para ver si

està bien, èsta, se da cuenta que el vagabundo valerosos no es otro que el rey Crocante,

que se da cuenta de las reales personas que ha salvado. Almíbar le cuenta todo, justo

cuando se aparece el caballo de Frito, prueba inequìvoca que èste, ha sido atrapado o

muerto.


Crocante, regresa a su reino de Dorado, y prepara a su ejercito para ir a enfrentar la

fuerzas malignas de Agrisalado, por desgracia, no consigue a todos los hombres que

necesita, pero aun asì, sale a enfrentarse a los monstruos de Malvavisco, justo cuando va

a iniciar la batalla y se muestra le enorme supremacía de Agrisalado, aparece lo que

resta del ejercito del rey Centeno y se ponen a las ordenes de Crocante. La batalla

comienza y un joven soldado del ejercito de Centeno logra franquear las murallas y

entrar a liberar al rey Centeno, que a pesar de su debilidad y la de sus hombres,

mantienen el valor para salir a la batalla y ayudar a sus compañeros que por fin logran

vencer a Agrisalado.


Los reyes, la reina y el príncipe, Frito van a buscar a Almíbar y los jóvenes sellan su

unión y con ella la fraternidad de ambos pueblos para toda la enternidad.

Fin.

SALUDOS.