De la vieja libreta de poesía ... ya bien olvidado de cuando y para quién.
(como si esto fuera posible)

¿Cómo no me mataste antes de partír?
cómo me dejaste herido y no me ayudasta a bien morír.

Cómo no me invitaste a jugar en tu vergel, a ver el reflejo
en tus labios de cada amanecer.

Cómo no me miraste crecer y envejecer, escribír en tus
cabellos y en tus senos de mujer.

Cómo no recordaste tu sueños de niñez, cuando imitabas
a la luna que alumbraba sin querer.

Cómo no lograste hacer la rosa florecer, esconder el jubilo
jugoso de un nuevo renacer.

Cómo no me envolviste deseosa de placer; cómo resististe
bañarte en tus olas de mujer.

Cómo no prometiste mi locura comprender; iniciar un nuevo
camino, bendecír la estupidez.

¿no lo sé?

Al final, todo estaba en tus manos y nada quisiste hacer, por lo
menos me hubieras matado y no dejarme sin tu ser.

Gabriel