Thursday, September 21, 2006

Amo los libros, amo la literatura. Es lo único que me mantiene vivo y cuerdo.

Las letras son las mejores comparsas de los pasos extraviados; son el mapa confuso que nunca tiene un destino o un fin. Son el consuelo, la dadiva divina ... el maná que no tiene mariposas traicioneras; a Dios gracias.

Escribo porque no me queda otra, para vaciar mis intestinos de la negra bilis que se apodera de ellos y se cuéce a fuego lento como la más peligrosa de las ponzoñas.

Escribo para saciar mis mil maneras de morír un poco, a compás
sin-copado de todo lo que me resisto a decir.

Tomo los libros y, leo (como el león que me auguran las estrellas) para caér en la misma red de todos los que no nos atrevimos a dejar de probar la carnada. la tengo en mi boca y pago cualquier precio por sentir su sabor y dejar que la sangre me corre por las fauces.

Pago el precio ... de tener y de saber; por más "mostros" que el sueño del saber produzca.

Gabriel.

1 comment:

violador de papantla said...

vaya cabrón hasta que te animastes a espantar al mundo de tanta barbarie que trais dentro, aparte de tus enormes niveles de aci2 uricos !
já !
felicidades algo bueno tiene salir de aquí !