Tuesday, April 13, 2010



Nada quisiera màs que mandarte mil flores a tu oficina. Blancas, rojas, amarillas, de todos los colores que pinten lo negro de mis dìas.
Y pasearlas por esa silueta tuya que mi imaginaciòn sabe y codifica, como un ciego que no necesita la luz para saber dònde camina.
Apostando encontrar en las sombras, unos dedos que encuentren mis dedos y mis manos al sentir tu rostro, lo sepan conocido.
Como ese dulce suspiro que dice al llegar: hogar, dulce hogar.
Que reconozca en la rayuela de tus letras, tus mejillas.
En el columpio de tus frases, tus pestañas que cobijan esos ojos que de nuestro mar son la orilla.
Y saberte mìa sin saberte mìa.
Y saber que sin saberte, sigues aquì, tan cerca y angelical como siempre.
En mis sueños, sonries con làgrimas por mis letras.
En mis sueños, siempre me dejas; pero, nunca te vas.
Nada quisiera màs que mandarte mil flores a tu oficina ...

SALUDOS.

1 comment:

Guillermo Sanchez Moreno said...

Me gusta lo que hay aquí, y parece mucho, y tiempo poco para leerlo todo. Yo soy apenas un aficionado a la escritura, pero estamos para aprende.