Saturday, March 22, 2008



DE MUSAS INTERCAMBIABLES Y HOJAS TATUADAS EN SU ESPALDA ENCERRADAS EN VIEJOS LIBROS, AÑEJANDOSE COMO BUENOS VINOS.


Què buena falta le hacìa una limpieza profunda a mi biblioteca, asì que aprovechè estos dìas de perceptible nada para adentrarme en ella. Què bueno es extraviar cosas dentro de ellos, resignarte en su momento a haberlos perdido y que, de pronto, aparezcan producièndote una gran sorpresa. Asì, dentro del gran libro: MORFOLOGIA DEL CUENTO de Vladimir Propp, me encontrè este regalito al ocio y a una mujer morena (como canta mi hermano An-hell) de piel lustrosa y negro cabello en cascada, labios rojos desbordantes y mirada suave como las nubes del post antepasado.
Fue un buen recuerdo lleno de pasiones encendidas, de abrevar las ùltimas gotas de agua directamente de su piel, de mitigar de dolor de mis tripas, alimentàndome de las suya, sorbiendo sus frutos en cascada, que depositaba en mi boca, subir en su cuerpo como si fuera una balsa y perderme en su rio, llegar hasta su mar ... y màs allà.
Fue un buen remanso para cobijar momentos idos que, se vuelcan de nuevo sobre mi, fue un buen, buen ... saber que hay letras, para toda ocasiòn y mapas ocultos en botallas de mar que te llevan a eròticos tesoros que gritan de una isla a otra.

LA RETORICA DE TU ROSTRO.

La retorica de tu rostro suspira, intercalando en hojas secas y marchitas trozos de un aliento curioso en tu calida pecera, donde mis diez peces y una ola, bailan al compas de tus ansias por llegar.

La retorica de tu rostro, sale a pasear, respira tras un perro bienvenido de decidido andar y fiera forma de cantar, calzas botas retadoras de sobredosis de goma y agujetas asfixiadas de mis paso que te van a alcanzar.

La retorica de tu rostro, nunca duerme sola, porque siempre duerme conmigo, aun sin que desfile en tus planas de vocales, siempre sabes las magicas palabras para invocar mis ansias extraviadas ... por ti.

La retorica de tu rostro, clama por la unidad de dos cuerpos, no soporta una vida sola, menos una sola vida, no grita; pero nunca calla, tiene el tono, el volumen perfecto, para encender el tacto y llevarlo al acto.

La retorica de tu rostro. Llora. Se purga de mi malestar sombrio, de mi perpetua amargura y me dà de beber, del brillante sorgo de sus pechos, donde vengo y vuelvo a mitigar mi sed, esa que me mata, sino te puedo ver.

La retorica de tu rostro me enciende, me alucina, me muerde ... me anochece, me amanece, me acurruca, me cobija, me canta una canciòn sombrìa, llena de azules detalles una vida que yo, siempre pensè perdida.

La retorica de tu rostro, me grita en silencio: me apena, me asusta, yo tan acostumbrado a indagar y la retorica de tu rostro no me deja ni dudar, me dice la verdad màs simple, màs pura, en mil besos de sal.

La retorica de tu rostro, me dice un secreto: no pierdas el tiempo, cubre tus ojos y averigua a ciegas lo que no puedes controlar. Estira tus brazos y descubreme en la oscuridad, en esa en que me desnudas y te das.

Y solo asì sabràs, a ciegas, conjugar el verbo amar, donde la fe tiene un campo fertil en el que puedes jugar, asì seguir paso tras paso, la retorica de mi rostro y nunca me dejaras escapar. Es un secreto muy grande para que lo pueda ignorar.

Gabriel R-C.

La retorica de su rostro, sigue aqui, perdida entre los libros de mi biblioteca.

SALUDOS.

13 comments:

Dolores Garibay said...

Hola Arcángel,

"La retórica de tu rostro nunca duerme sola porque siempre uerme conmigo..." Si te contara lo que esa frase me hizo recordar...

A mis libreros también les hace falta una limpieza. Tal vez también encuentre aquél cuaderno que creí perdido.

Besos chilangos

Ōkami said...

supongo que somos tan apaticos a las desfachateces del mundo que en momentos como esos, de vacaciones y demás joterías preferimos quedarnos en casa acomodando el librero, lo digo bien espejeada porque yo dediqué el fin de semana a hacer lo mismo.

siempre hay algo que encontrar, los rostros se pierden mejor entre los libros que entre la gente!

Besos!

Anonymous said...

Me gustó muchísimo este escrito... también me ha ocurrido alguna vez encontrarme con algún recuerdo olvidado...resulta grato a veces volver a hojear ciertas páginas...otras, prefieres volverlas al lugar donde las encontraste.

Un fortísimo abrazo.

Miss Neumann said...

No quieres venir a hacer "limpieza" de mi librero? te quedò re lindo

violador de papantla said...

jajaja con razón no quieres que la "chácha" se acerque a tu "símulacro de buhardilla" ya me imagino lo que ha de encontrar !!! es más me la imagino leyendo a Roberto-Bolaño, Ronald Hubbard, Carlos fuentes, Franz Kafka y otros miles y miles de autores en lugar de leer su lagrimas y risas,tv notas,tv novelas y ay te ves !

me ando al carajo
!

Pame Recetas said...

Por eso yo prefiero dejarlos así como están, mira que esos dolores no sé si los tolero. (hermosísimo el texto en tout cas)

Sandra Becerril said...

Vaya! Muy personal... entre libros y amor, perfecto... a mi también me hace falta una limpieza, pero no sólo de mi biblioteca...

Besos

Pd.- El ahijado aquí anda gritando: mamamamamamamama!!!!!!! Hora de cenar. Pero no le paso mis malasvibras melancólicas... esas nomás se quedan en las letras...

BETTINA PERRONI said...

Tiene forma de letras?, es imágen viva, metafórica o volátil... me ha encantado tu texto... eso es lo que hace una bella biblioteca... vivir de una manera diferente a la vida normal y corriente ;)

Un beso

Don Pisador said...

ya por aca otra vez! bueno en realidad siempre vengo a ver que tienes para mandarselo a alguna nalga! por supuesto que la retorica de mis tompiates ya esta en el correo! te mando saludos!

Paz de la Vida said...

Te las mandaste !!!!

Eso de la retorica facial me gustó mucho !!!!!!!
potente !!!!
Dime ¿ Como se puede ordenar una Biblioteca como la tuya ?????
Cariños

A said...

ARC, los tesoros perdidos son regalos invaluables del destino que premia -ironicamente- nuestro descuido.

Un abrazo y un beso dominical
A.

Don Pisador said...

ya saca mas entradas! te agradeceria un comentaria a mi ultima entrada en el leal mercenario! saludos!

Salvatore said...

¡Está padre el poema de la retórica de tu rostro! La de cosas que se encuentra uno, cuando limpia uno sus libreros. A mí me pasó que el fin de semana pasado, curiosamente también me dediqué a ordenar un poco el estudio, encontré el libro de Los demonios de la lengua de Alberto Ruy Sánchez, en edición de súper lujo. Este libro mi mujer y yo lo dábamos por extraviado desde hacia unos cinco años y ahora apareció; justo cuando acabo de comprar la versión de bolsillo del mismo libro. ¡Chingao! Ni hablar.
Saludos.